Exaltar es elevar a alguien a un grado o dignidad superior.
Cuando recibimos a Jesucristo en
nuestro corazón empezamos un proceso de dignificación o exaltación. V 14 “Él ha exaltado el poderío de su
pueblo; Alábenle todos sus santos, los hijos de Israel, El pueblo a él cercano.
Aleluya.”
Las personas de fracaso son
aquellas que tienen dones y talentos para progresar, pero ellos mismo o
influenciados por otros, se minimizan de tal forma que día a día se van
degradando.
Jesucristo quiere llevarnos a
niveles de prosperidad. 3 Juan 1: 2 “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que
tengas salud, así como prospera tu alma.”
El principio para conseguir la
prosperidad es sentirnos exaltados, creer que lo que hacemos es importante al
igual que nosotros mismos.
No podemos ser exaltados de la
noche a la mañana o con un simple chistar de dedos, Dios no va a hacer que la
gente nos vea con otra cara o que se sientan obligados a Valorarnos.
la exaltación es un proceso que empieza
con la humildad. Salmos 147: 6 “Jehová
exalta a los humildes, Y humilla a los impíos hasta la tierra.”
Las personas humildes se ganan el corazón
de las personas con las cuales conviven, ya que son capaces de demostrar:
1. Gusto por el Servicio. Una
persona servicial está pendiente de las necesidades de los demás. Jesucristo se
muestra como ejemplo de servicio. Marcos 10: 45 “Porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
2. Forma agradable de Hablar.
Colosenses 4: 6 “Sea vuestra
palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis
responder a cada uno.” La forma agradable de hablar de una persona hace
que las demás personas lo valoren o lo exalten.
3. No se sienten superiores a
nadie. Romanos 12: 3 “Digo,
pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no
tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con
cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.” Las personas
que se creen superiores o mejores que los demás siempre ofenden y maltratan.
4. Reconocen sus fortalezas y Debilidades.
Una persona humilde reconoce que tiene habilidades para lograr lo que se propone,
pero también entiende que otras personas también lo pueden ayudar.
5. Valoran el esfuerzo y el trabajo
de los Demas. Una persona humilde sabe que el trabajo de los demás miembros del
hogar también es importante. el valorar el trabajo de los demás hace que
podamos trabajar en equipo y juntos lograr muchas cosas.
6. Escuchan diferentes opiniones y
las tienen en Cuenta. Las personas humildes no imponen, ellos saben concertar con
los demás. El tener en cuenta a los demás a la hora de tomar decisiones hace
que tenga éxito en sus actividades.
7. Respetan a los demás y por eso
son respetados. Una persona humilde sabe que de la forma como trate a los demás
es como ellos lo trataran. Mateo 7: 12 “Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con
vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los
profetas.”
Jesucristo nos exalta a través de
las demás personas ya que el nos enseña a cada día ser mejores en lo que
hacemos y con los Demás.