martes, 15 de octubre de 2024

Salmos 149. Orando y Actuando

 

Todos los cristianos sabemos que no debemos luchar en nuestras fuerzas ya que Jehová es quien pelea por nosotros. Éxodo 14: 14 “Jehová peleará por vosotros, y vosotros estaréis tranquilos.”

Lo que pocos cristianos conocen es que estar tranquilos no es estar inactivos.

En el mismo capítulo 14, versículo 15 de éxodo, Jehová les exhorta diciendo; que porque solo claman a Dios y no marchan. V 15 “Entonces Jehová dijo a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que marchen.”

Jehová le recuerda a moisés que el ya le ha dado el poder en sus manos, solo tenia que actuar. V 16 “tú alza tu vara, y extiende tu mano sobre el mar, y divídelo, y entren los hijos de Israel por en medio del mar, en seco.

En esta ocasión David también le hace la misma recomendación al pueblo, alaben a Dios con sus bocas, pero actúen, Dios respaldaría lo que ellos hagan. Salmos 149: 6 “Exalten a Dios con sus gargantas, Y espadas de dos filos en sus manos,”

No podían pedirle a Dios que les permita ganar la guerra y ellos solo alabando con las manos cruzadas.

Si estas orando para que Jesucristo te haga ganar las batallas de cada día, prepárate para pelear, no puedes pedirle a Jesucristo que te haga vender bastante en el almacén que el te regalo, si no estas dispuesto a ir abrirlo.

Un boxeador no puede pedirle a Jesucristo que le permita ser campeón si no está dispuesto a subirse al ring para pelear con su contrincante.

En el mundo secular hay un adagio que dice: a Dios rogando y con el mazo dando, a los cristianos nos molesta este dicho y decimos que no es bíblico y es verdad no es bíblico, pero tierne mucho que ver con lo que dice David, es necesario orar con mucha fe, pero también actuar.

Jesucristo no promete quitarnos los problemas, el promete que cuando tengamos que pasar por el fuego o por el agua, es decir el promete que cuando tengamos problemas el estará con nosotros para fortalecernos y de esta forma nos podamos enfrentar a los problemas.  Isaías 43. 2 “Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo; y si por los ríos, no te anegarán. Cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama arderá en ti.

Jehová no promete quitarnos las batallas propias de cada día, el promete entrenarnos para que resultemos victoriosos. Salmos 144: 1 “Bendito sea Jehová, mi roca, Quien adiestra mis manos para la batalla, Y mis dedos para la guerra;

Entre mas importante sea lo que le pedimos a Dios más será el esfuerzo que tenemos que realizar, si ser victorioso fuera fácil, cualquiera lo conseguiría.

Cada ves que iniciamos un proyecto o cada vez que nos disponemos a lograr algo en la vida se nos convierte en una batalla.

Jesucristo nos da todos los medios para que triunfemos, pero somos nosotros quienes tenemos que esforzarnos por conseguirlo. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.

Si quieres ser un excelente empresario, un buen estudiante en la universidad o simplemente si quieres ser el mejor en lo que hagas tienes que pedirle a Jesucristo que te ayude, pero también debes estar preparado para la batalla que eso significa.

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