jueves, 5 de noviembre de 2020

2 crónicas 7. Que Hacer ante la Presencia de Dios.

 

Cuando alguno de nosotros tiene la oportunidad de estar al frente de un personaje popular o de alto prestigio no sabemos cómo actuar en ese momento.

sí tuviéramos una cita con el alcalde o gobernador de nuestra ciudad lo más probables es que estuviéramos preocupados de cómo debemos comportarnos o que hacer cuando estemos en su presencia.

Los cristianos cada vez que nos congregamos en el templo o cada vez que entramos en oración tenemos la oportunidad de estar ante la presencia de Jesucristo.

Muchas personas aseguran no sentir nada cuando están en el templo, le echan la culpa al lugar o a la persona que está ministrando en ese momento.

La culpa de que no sintamos la presencia de Dios no es del templo ni de quienes ministran, la culpa es de cada uno de nosotros.

Qué Hacer ante la presencia de Dios.

1. Orar para que se manifieste la gloria de Dios. V 1 “Cuando Salomón acabó de orar, descendió fuego de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria de Jehová llenó la casa.” muchas personas más que anhelar la presencia de Dios lo único que anhelan es un milagro, sin entender que es la presencia de Dios la que hace milagros.

2. Postrarse en señal de humildad y adorarle a Dios. V 3 “Cuando vieron todos los hijos de Israel descender el fuego y la gloria de Jehová sobre la casa, se postraron sobre sus rostros en el pavimento y adoraron, y alabaron a Jehová, diciendo: Porque él es bueno, y su misericordia es para siempre.” nuestra actitud determina que podamos experimentar gozo con Dios o con cualesquiera otras personas.

3. Ofrecer sacrificio a Dios. V 4-5 “Entonces el rey y todo el pueblo sacrificaron víctimas delante de Jehová. Y ofreció el rey Salomón en sacrificio veinte y dos mil bueyes, y ciento y veinte mil ovejas; y así dedicaron la casa de Dios el rey y todo el pueblo” hoy en día ya no se nos exige sacrificio de animales, el verdadero culto a Jehová es que nos entréguemos nosotros mismos en sacrificio. Romanos 12: 1 “Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional.

3. Alabarle con Canticos. V 6 “Y los sacerdotes desempeñaban su ministerio; y los levitas con los instrumentos de música de Jehová, los cuales había hecho el rey David para alabar a Jehová, porque su misericordia es para siempre; cuando David alababa por medio de ellos. Asimismo, los sacerdotes tocaban trompetas delante de ellos, y todo Israel estaba en pie.” en medio de la Adoración se manifiesta la presencia de Dios y en medio de la Adoración Dios hace milagros.

Que hace Dios en el Templo.

1. Lo elige como lugar de Sacrificio. V 12 “Y apareció Jehová a Salomón de noche, y le dijo: Yo he oído tu oración, y he elegido para mí este lugar por casa de sacrificio.” es decir nos acepta a nosotros a través del esfuerzo que hagamos al desacomodarnos para ir a buscar su presencia.

2. Dios nos Escucha y nos perdona. V 14 “Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y sanaré su tierra” para que Dios tenga misericordia de nosotros debemos humillarnos delante de él, esto quiere que decir que en el templo nosotros somos más que simples espectadores.

3. Dios está pendiente de cada uno de nosotros es decir está atento a las necesidades que podemos tener. V 15 “Ahora estarán abiertos mis ojos, y atentos mis oídos, a la oración en este lugar

4. Santifica la Edificación. V 16 “Porque ahora he elegido y santificado esta casa, para que esté en ella mi nombre para siempre; y mis ojos y mi corazón estarán ahí para siempre.” es la presencia de Dios lo que hace la diferencia, el templo sin la presencia de Dios pasa a ser como cualquier edificación.

La presencia de Dios en el templo es que lo hace importante y especial, cuando acudamos al templo más que tan solo preocuparnos por pedirle o exigirle milagros a Dios, deberíamos preocuparnos por invocar su presencia a través del arrepentimiento, la Adoración y la Alabanza.