viernes, 27 de noviembre de 2020

2 crónicas 29. Labrando nuestro Futuro.


 La verdad es que Jesucristo a través de su palabra dice que nadie sabe lo que le va a ocurrir el día de mañana. Santiago 4: 14 “Sin embargo, no sabéis cómo será vuestra vida mañana. Solo sois un vapor que aparece por un poco de tiempo y luego se desvanece.” Pero esto no quiere decir que no debamos planificar y trabajar para tener un mejor futuro.

Un buen presente siempre será un buen futuro, al igual que un buen pasado siempre será un buen presente.

No podemos corregir nuestro pasado, pero si podemos corregir nuestro presente en base a corregir lo malo que hicimos en el pasado o corregir lo malo que hicieron nuestros antepasados.

El hecho de que alguien provenga de una familia pobre o llena de problemas no quiere decir que él tenga que vivir la misma situación. Nuestro destino no está marcado por los actos de los demás.

Nuestros antepasados posiblemente vivieron en pobreza o en grandes problemas porque cometieron muchos errores que nosotros podemos corregir para no cometerlos.

Como Labrar nuestro Futuro.

1. Reconoce los errores de tus antepasados o los tuyos en el pasado. V 6 “Porque nuestros padres se han rebelado, y han hecho lo malo ante los ojos de Jehová nuestro Dios; porque le dejaron, y apartaron sus rostros del tabernáculo de Jehová, y le volvieron las espaldas.” El adagio popular dice: el que no conoce la historia está condenado a repetirla.

·       1.2. Debemos reconocer o conocer los errores de nuestros antepasados, no para burlarnos o admirarnos, el propósito es corregir para nosotros no volverlos a cometer.

2. Acepta que el obrar mal genera graves consecuencias. V 8-9 “Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, y a execración y escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos.
29:9 Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto
.” Todo lo que se siembra es lo que se cosecha.

·       2.1. Si no te gusta lo que tus antepasados o tu estas cosechando, debes cambiar la siembra. Deja de lamentarte empieza a corregir y a cambiar.

3. Toma la decisión de cambiar. V 10 “Ahora, pues, yo he determinado hacer pacto con Jehová el Dios de Israel, para que aparte de nosotros el ardor de su ira.” la determinación de cómo quieres vivir es tuya. Tu decides si te la pasas lamentándote o intentas empezar a corregir.

4. Renuncia a todo lo malo que hayan hecho tus antepasados o que hayas hecho tú mismo en el pasado. V 5 “Y les dijo: ¡Oídme, levitas! Santificaos ahora, y santificad la casa de Jehová el Dios de vuestros padres, y sacad del santuario la inmundicia.” Reconocer que nuestros padres se equivocaron y nosotros volver a ser lo mismo nos condena al fracaso seguro.

5. Actúa de acuerdo a lo que anhelas. V 3 “En el primer año de su reinado, en el mes primero, abrió las puertas de la casa de Jehová, y las reparó.” el mundo de los fracasados está lleno de personas soñadoras que nunca actuaron.

6. Acepta que el obrar mal genera graves consecuencias. V 8-9 “Por tanto, la ira de Jehová ha venido sobre Judá y Jerusalén, y los ha entregado a turbación, y a execración y escarnio, como veis vosotros con vuestros ojos. 29:9 Y he aquí nuestros padres han caído a espada, y nuestros hijos, nuestras hijas y nuestras mujeres fueron llevados cautivos por esto.” Nunca se nos debe olvidar este principio de la ley y la cosecha, todo lo que se siembra se cosecha.

7. Estar dispuesto a pagar un precio tanto en lo espiritual como en lo secular. V 28 “Y toda la multitud adoraba, y los cantores cantaban, y los trompeteros sonaban las trompetas; todo hasta duró hasta consumirse el holocausto” El precio en algunos casos puede ser económico, pero también debes estar dispuesto a dejar la pereza, el desánimo, el orgullo. Etc. Cada quien tiene una manera de pagar.

8. Esfuérzate y se valiente. Solo los valientes son capaces de tomar la decisión de cambiar, pagar un precio y nunca desmayar. Josué 1: 6 “Esfuérzate y sé valiente; porque tú repartirás a este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.” No puedes pretender lograr grandes cosas con el mínimo esfuerzo.

En lo espiritual la única forma de cambiar el destino de destrucción para dónde va el cristianismo es si nos atrevemos a sacar la inmundicia con que se han llenado muchas iglesias por el afán de crecer y ser protagonistas. V 16 “Y entrando los sacerdotes dentro de la casa de Jehová para limpiarla, sacaron toda la inmundicia que hallaron en el templo de Jehová, al atrio de la casa de Jehová; y de allí los levitas la llevaron fuera al torrente de Cedrón.

No importa de qué familia provengas sea muy pudiente o muy pobre esto no determina que tus vivas igual. La decisión de cómo quieres vivir es tuya. Tú determinas como quieres que sea tu futuro. Jesucristo te puede ayudar si tú tomas la decisión de cambiar.