Todos en algún momento de nuestra vida necesitamos de la orientación de alguien, lo malo no es escuchar consejos, lo malo es no saber qué consejo escuchar.
El Apóstol
Pablo nos recomienda que debemos escuchar todo, pero escoger lo bueno. 1 Tesalonicenses
5: 21 “Examinadlo todo; retened lo bueno”
es inevitable que en este mundo tengamos contacto con todo tipo de
personas. Quienes nos dan buenos
consejos y quienes nos dan malos consejos.
La única forma
de saber qué consejos debemos escuchar es si sabemos exactamente qué es lo que
queremos conseguir.
Es imposible
saber qué es lo que me aconsejan si no sé qué es lo que quiero conseguir en la
vida, si no tengo un propósito claro.
Antes de
poner en práctica el consejo que nos dan debemos ver si esta persona está en el
lugar que yo quiero Llegar.
Muchas personas
pueden darnos malos consejos, no por maldad quizá ni siquiera se dan cuenta que
lo están haciendo.
Lo que producen los malos consejos.
1. Marchamos
por el camino equivocado. V 3 “También
él anduvo en los caminos de la casa de Acab: pues su madre le aconsejaba a que
actuase impíamente.” Muchas personas nos aconsejan de acuerdo a sus
vivencias equivocadas.
2. Nos
hacen actuar mal. V 4 “Hizo
pues lo malo ante los ojos de Jehová, como la casa de Acab; porque después de
la muerte de su padre, ellos le aconsejaron para su perdición.”
El adagio popular dice: el que aconseja nada pierde.
3. Nos
llevan a vivir en constante guerra con los demás y con nosotros mismos. V 5 “Y él anduvo en los consejos de ellos, y
fue a la guerra con Joram hijo de Acab, rey de Israel, contra Hazael rey de
Siria, a Ramot de Galaad, donde los Siros hirieron a Joram”
muchas de nuestras buenas relaciones fracasan porque dejamos que nos metan cizaña
con malos consejos.
4. Nos
hacen daño emocional, físico y espiritual. V 6 “Y volvió para curarse en Jezreel de las heridas que le
habían hecho en Ramot, peleando contra Hazael rey de Siria. Y descendió Ocozías
hijo de Joram, rey de Judá, para visitar a Joram hijo de Acab, en Jezreel,
porque allí estaba enfermo.” Saber que fracasamos por culpa de
otro nos llena de decepción.
Que debemos tener en cuenta para escuchar un consejo.
1. Tener en
cuenta que los malos amigos pueden dañar nuestras buenas costumbres. “saludar,
sonreír, ser agradecidos. Etc.” 1 corintios 15: 33 “No erréis; las malas conversaciones corrompen las
buenas costumbres.” El adagio popular dice: dime con quién andas y te diré
quien eres.
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1.2. Si nuestro buen comportamiento
o nuestras buenas costumbres empiezan a cambiar debemos analizar muy bien los
consejos que estamos escuchando.
2. No dejes
que otros dañen tu manera de ser.
Proverbio 22: 24-25 “No
te entremetas con el iracundo, Ni te acompañes con el hombre de enojos, No
sea que aprendas sus maneras, Y tomes lazo para tu alma”
Lo seres humanos somos moldeables, siempre terminamos haciendo lo que hacen
quienes están a nuestro alrededor.
3. Enseña
siempre con tu ejemplo. Tito 2: 6-8 “Exhorta asimismo a los jóvenes a que sean prudentes; 2:7 presentándote
tú en todo como ejemplo de buenas obras; en la enseñanza mostrando integridad, seriedad,
2:8 palabra sana e irreprochable, de modo que el adversario se avergüence, y no
tenga nada malo que decir de vosotros.”
Cuando nosotros estamos seguros de lo que hacemos, nos es más fácil saber a quién
escuchamos.
4. Cuídate
de los consejos del malvado. Salmos 64: 2 “Escóndeme del consejo secreto de los malignos, De la
conspiración de los que hacen iniquidad,” las
personas envidiosas por lo general no quieren ser los únicos en vivir de manera
fracasada.
5. Atrévete
a decir no a los consejos de los malvados. Hechos 4: 19-20 “Más Pedro y Juan respondieron
diciéndoles: Juzgad si es justo delante de Dios obedecer a vosotros antes que a
Dios;
4:20 porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto y oído.” Muchas personas escuchan malos consejos por no pasar
la vergüenza de decir No.
Los malos
consejos traen consecuencias desagradables para nosotros y para los demás y
sobre todo para los que más amamos. 2 Samuel 13: 5 ,14 “Y Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama,
y finge que estás enfermo; y cuando tu padre viniere a visitarte, dile: Te
ruego que venga mi hermana Tamar, para que me dé de comer, y prepare delante de
mí alguna vianda, para que al verla yo la coma de su mano; Mas él no la quiso
oír, sino que pudiendo más que ella, la forzó, y se acostó con ella.”
No todas
las personas tienen sabiduría para darnos buenos consejos, antes de escuchar lo
que te aconsejan pídele a Jesucristo que te de discernimiento y sabiduría para
escoger lo bueno y desechar lo malo.