V.1 Los hijos de Isacar fueron cuatro: Tola, Fúa, Jasub y Simrón. Crónicas nos muestra la descendencia por familias y en cada familia había hombres esforzados y valientes preparados para la guerra. V.5 Y sus hermanos por todas las familias de Isacar, contados todos por sus genealogías, eran ochenta y siete mil hombres valientes en extremo. Dios quiere que al igual que estos descendientes nos convirtamos en esos hombres y mujeres de valores esforzados y valientes para pelear la buena batalla. Deuteronomio 20:1 Cuando salgas a la guerra contra tus enemigos, si vieres caballos y carros, y un pueblo más grande que tú, no tengas temor de ellos, porque Jehová tu Dios está contigo, el cual te saco de la tierra de Egipto. Cada quien sabemos de dónde Dios nos sacó y que batallas nos toca pelear para ganar 2Timoteo 4:7 He peleado la buena batalla, he acabado la carrera, he guardado la fe. El enemigo nos quiere hacer sentir mal e inútiles, pero Dios después de tanto esfuerzo nos dará la victoria.
QUE COSAS NOS IMPIDEN GANAR ESAS BATALLAS
.1 EL MIEDO: Isaías 41:10 No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. El enemigo número uno somos nosotros, porque creemos que, no somos capaces de hablar ante cualquier circunstancia y mucho menos poder hablar las cosas de Dios. Éxodo 4:10 Entonces dijo Moisés a Jehová: ¿AY, Señor! nunca he sido hombre de fácil palabra, ni antes, ni desde que tú hablas a tu siervo; porque yo soy tardo en el habla y torpe de lengua. No dejemos que el enemigo nos robe las bendiciones y la oportunidad de salvar una vida.
.2 LA FALTA DE DECISIÓN: Salmo 27:11ª Señor, enséñame a vivir como tú quieres. Guíame por el camino seguro. El dudar nos lleva a perder oportunidades, cuantas personas ávidas de palabra y no nos atrevemos a acercarnos y ayudarlas. No dudemos en utilizar esa herramienta valiosa que es la oración para tomar la decisión y hablar con esas personas.
.3 LAS EXCUSAS: Éxodo 3:11 Entonces Moisés respondió a Dios: ¿Quién soy yo para que vaya a Faraón, y saque de Egipto a los hijos de Israel? Trabajar para la obra de Dios no es fácil, pero tampoco es imposible, las excusas se genera por la falta de organización. Dios a menudo nos envía personas con problemas y dificultades para que sean restauradas, dejemos a un lado toda clase de excusas e impedimentos que nos lleven a salvar vidas.
De cada uno depende si ganamos esas batallas o dejamos que el enemigo las gane por nosotros, tener miedo es normal, lo que no es normal es dejarse vencer por el miedo, tomemos la decisión y enfrentemos al enemigo dejemos a un lado toda clase de excusas para ganar esa buena batalla.
Predicadora: Pastora Liliana Huertas.
