miércoles, 4 de noviembre de 2020

2 Crónicas 4, NO CONTAMINES TU CASA.


Los sacerdotes debían entrar al templo bien lavadas las manos y los pies para no contaminar y si

no lo hacían podían morir. V.6 hizo también diez tanques y puso cinco al lado derecho y cinco a

la izquierda del estanque para que se lavaran los objetos que se usaban para hacer los sacrificios

que deben quemarse completamente. Los sacerdotes usaban el tanque grande para lavarse.

Un lugar fácilmente se puede contaminar con diferentes olores como gas, gasolina, pintura etc,

y de la misma manera se puede contaminar nuestra casa cuando le abrimos puertas al enemigo

a través de la música, la moda, y la mala selección de amistades. Si queremos que sea Dios quien

reine en nuestra casa entonces debemos construirla con pilares fuertes principios y valores

cristianos, y de la misma manera debe estar construida cada iglesia o congregación. En la

antigüedad la carpa del encuentro fue construida según el plan de Dios, y Salomón también

construyo el templo conforme Jehová le había ordenado. Hechos 7:44 La carpa del pacto estaba

con nuestros antepasados en el desierto. Dios le dijo a Moisés como hacer esa carpa y el la hizo

según el plan que Dios le mostro.

¿Qué debemos hacer para quitar cualquier contaminación en nuestra vida?

.1 RECONOCER: Salmo 51:3 Reconozco que he sido rebelde, siempre tengo presente mi pecado.

Debemos tener presente que cada nada nos equivocamos, ¡Pero ¡ lo importante es reconocer y

cambiar para no volvernos a equivocar. A las personas que les gusta dibujar les toca cada nada

estar borrando si quieren presentar su mejor dibujo.

.2 PERDONAR: Proverbios 17:9 El perdón restaura la amistad, el rencor la termina. Siempre he

dicho que perdonar es fácil cuando no tienes a la persona frente a ti, pero lo más difícil es pedir

perdón mirándola a los ojos, porque no sabemos cómo va a reaccionar. Lo importante es

perdonar para conservar dicha relación.

.3 VOLVER a comenzar: Lamentaciones 3:22 Por la misericordia de Jehová no hemos sido

consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. Todos de alguna manera fallamos ante

Dios, pero por misericordia siempre pasa la página y nos vuelve a dar otra oportunidad. Si Dios

hace eso con nosotros, porque no hacerlo con aquellos que dañaron nuestro corazón.

La única manera de poder sacar la contaminación de nuestras vidas es sanando nuestro corazón,

y eso solo lo podemos hacer cuando reconocemos nuestras equivocaciones, cuando decidimos

perdonar y sobre todo cuando tomamos la decisión de olvidar y dejar todo atrás.

PREDICADORA: Pastora Liliana Huertas.